lunes, 27 de agosto de 2007

Aloz!

Si de comida típica se trata, yo adoro un buen plato de Cayeye con queso, y para no mentirles también he adorado, a raíz de mi ubicación los últimos cuatro años (Bucaramanga), un buen plato de Pepitoria o uno de Mute; y no es para menos, pues vivimos en un país tan rico en gastronomía como en flora, un país donde cada cien metros cuadrados encontramos un plato típico, un país colmado de creatividad culinaria, pero también un país que no conforme con sus cientos de recetas propias, ha adoptado algunas extranjeras.


O ¿qué me dicen del popularísimo arroz chino? ¿Acaso éste no hace parte ya de nuestro colectivo colombiano? ¿No hay más restaurantes chinos que fondas paisas? ¿No es mas conocido el mito del arroz con ratas que el de la madre monte? La universalidad de ésta comida en el territorio colombiano es evidente; vaya un cachaco a entender que es un bollo limpio, o un costeño a imaginar que el mute es algo más que un botón del control remoto, pero todos, absolutamente todos los colombianos manejamos con total propiedad y aceptación a la lumpia o al chop suey, y conocemos los nombres de todas las ciudades y pueblos orientales porque éstos fueron adoptados por los restaurantes de comida china que nos rodean, que como la tienda de la esquina, están presentes en cada barrio y localidad.

Recuerdo que alrededor de mis 15 años comí tanto arroz chino en una ocasión que quedé hastiado durante años, y apenas ahora lo he vuelto a asimilar, primero con un poco de prevención, pero luego con total naturalidad, no porque hubiera querido, si no por que me vi obligado, ya bastante trabajo me había dado ser estudiante universitario y a la vez detractor de la comida china, debe ser mas fácil trabajar en el pentágono y tener padres iraníes. Así pues, que una vez más he vuelto a ser cliente de esas cajas mágicas que esconden en su interior el doble de su volumen aparente; he vuelto a consumir esas absurdas cantidades de arroz con raíces, que siempre caen formidables un domingo para el almuerzo.

¡Viva la gastronomía colombiana! , ¡Viva la gastronomía china!, y de ser cierto… ¡vivan también las ratas chinas de criadero!

1 comentario:

Luis E Silva dijo...

jajaja q chimba de escrito oiga hay q estudiar de cuando vez...y se lo tenia bien calladito no disque yo nunk vuelvo a tocar esa caja y cada vez q uno comia uich luis q sucio nononoo no me parece... jajaj

q bakno el escrito